El palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México

Planeación de la Construcción

La majestuosa edificación del Palacio de Bellas Artes esta en estilos Modernista y Art Decó y es el símbolo de la alta cultura, no solo de Ciudad de  México, sino de todo el país.

La construcción comenzó el 2 de agosto de 1904 con el objeto de reemplazar al demolido Teatro Nacional de México. 

El arquitecto italiano Adamo Boari fue el encargado de realizar la construcción,  la cual se suspendió en 1916 a causa de la Revolución Mexicana.

Boari abandonó el país dejando la documentación necesaria para la terminación del Palacio, del cual se retomó su construcción entre los años 1919 y 1928, con pocos avances.

Inauguración del Palacio de Bellas Artes

Finalmente México recuperó la estabilidad en términos económicos y sociales, pudiendo reanudar la obra en 1931 bajo el mando del arquitecto Federico Mariscal.

El recinto fue inaugurado oficialmente el 29 de septiembre de 1934, con el entonces presidente Abelardo L. Rodríguez, con la obra teatral La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, interpretada por la actriz mexicana María Teresa Montoya.

Arquitectura

La altura del edificio es de 53 metros hasta el espiral y 42,5 metros hasta el techo. Cuenta con 4 pisos y un estacionamiento subterráneo. El Palacio está asentado sobre una peculiar arcilla llamada montmorillonita y esto provoca un continuo hundimiento del Palacio.

El hundimiento del suelo comenzó a manifestarse en 1907 y para 1921 ya se había hundido más de 1.80 metros.

Cimentación

La estructura de cimentación que sostiene El palacio de Bellas Artes  se erigió sobre una plataforma flotante la cual cuenta con un emparrillado relleno de concreto

Esta plataforma ocupa 7,500 m2, su espesor es 2.40 m (1.38 m de concreto y el resto de tezontle).

Para subsanar el hundimiento realizaron pozos y descubrieron una corriente de agua en dirección noroeste debajo del edificio; entonces construyeron una ataguía con láminas de acero, para encausar al agua y luego inyecciones de arena, cal y arcilla.

El Palacio de Bellas Artes es un orgullo para los mexicanos, y para el Turismo en la Ciudad de México, ya que en el año 1987 la UNESCO lo declara como monumento artístico.

 

 

 

 

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